miércoles, 23 de julio de 2014

Vivir al Limite...

¿ Porque reflexionamos sobre la vida cuando vivimos situaciones limites?, a veces,vivimos al limite, tanto que acercarnos a la realidad nos duele, y es un dolor tan intenso que conformamos una historia ficticia para mitigar ese dolor,negándonos lo evidente o transformando la situación en algo mas normal,aunque no lo sea.
Claudia,había vivido una situación limite hacia muy poco tiempo, las lágrimas estaban muy presentes, y el dolor era de una intensidad tremenda. Nacional 563,Km 13, un golpe brutal,y todo se volvió oscuro,y una niebla espesa, lo cubrió todo, olía a quemado,pero no se veía el fuego, olía a tierra pero no se veía el camino... Y es que no existía camino y tampoco había fuego,trataba de encontrar aquella mano, que segundos antes llevaba entrelazada, buscaba la sonrisa,buscaba el olor de aquella fragancia que a ella tanto le gustaba... y  nada estaba, trataba de llamar a Marcos, pero no podía sentirlo, no podía buscarlo...porque no estaba.

Cerro los ojos,los volvió a abrir como si en ese segundo, todo volviera a la normalidad,como si ese segundo, le devolviera a la vida. La realidad era otra,al abrir los ojos, ya no estaba el olor del humo ni tampoco el olor de la tierra, solo una sonrisa blanca,que le decía tranquila, todo va a salir bien. Claudia la miro y casi sin voz le pregunto quien era y donde estaba. Marta le explico que iban de camino al hospital, que su coche había sufrido un accidente,y que trataban de que todo estuviera bien.
Pero por su cuerpo,sobrevino un vacío helado,una sensación fea, muy fea... y el miedo se apodero de ella, y... todo se volvió negro de nuevo.


Llevaba en el hospital tres días, viviendo entre aquella oscuridad, al abrir los ojos un sol radiante entraba por la ventana, y todo era blanco,algo hacia ruido,miro hacia un lado y hacia otro,y vio la maquina a la que había estado sujeta desde hacia ya setenta y dos horas. Estaba en un hospital, era evidente, y volvió a sentir ese olor a humo y a tierra, y recordó... y lloro y lloro,no dejo de hacerlo en mucho tiempo. El medico que fue a visitarla,le explico los daños sufridos,y ella...
pregunto, ¿ Donde esta Marcos ?... Y de nuevo el silencio, y en ese silencio supo que Marcos ya no estaba,que se había ido a otro lugar, un lugar donde ella no lo podría tocar, donde no tendría su sonrisa.
Tiempo después, una vez recuperada,y mirando el mar, se dio cuenta de que aquella noche había bebido, y que aquello fue el detonante de su oscuridad,de todos aquellos horribles olores que cada día tenia presentes,pero sobre todo, de perder la sonrisa de Marcos, sin poder decirle de verdad lo que sentía, sin poder contarle que sin el no sabia vivir. Cogió su cámara de fotos, y camino sobre la playa,y entre lágrimas fotografió el atardecer, estaba convencida de que en el estaba la sonrisa de Marcos...


1 comentario:

Unknown dijo...

Excelente relato... muy profundo!