domingo, 20 de enero de 2013

Cazando Magia...



Aquella mañana y desde el amanecer todo eran sombras y luces,a veces lluvia, a veces sol,nubes grises y blancas,un autentico revuelo celeste,y desde mi terraza y junto a mi compañera de sensaciones,habían quedado ya para el recuerdo.
El tiempo se me había pasado sin enterarme y eran ya cerca de las cinco de la tarde, me lo recordó mi estomago, que desde las seis de la mañana,no había vuelto a acordarme de el, salvo por un par de cafés a media mañana.A veces me pregunto,si mi cámara tiene un espíritu dentro del visor,que me influye y me persigue,para que una vez que la enciendo me olvide de todo.La tarde se estaba poniendo interesante, aquellas nubes, iban marchando como si de una marcha militar se tratase al compás del viento,e iban dejando tras de si un azul muy interesante.

No tenia muchas ganas de salir,el sol tenia poca fuerza y hacia frío,además tendría que coger el coche para poder acercarme a algún punto donde la puesta de sol, se viese de manera mágica.Volví a echar un vistazo desde la terraza,tras el azul del cielo, se acercaba desde el mar un grisáceo cumulo de nubes,que anunciaban lo que en la televisión había venido anunciando el hombre del tiempo.Un temporal fuerte de frío,viento y lluvia y que estaba próximo a acercarse a aquellas latitudes,con toda esa información y lo que se veía,mis ganas eran menores.Mire mi cámara y mire al cielo,solo faltaba que me pusiera mis zapatillas de deporte y saliera,y eso hice,por fin me decidí,baje al garaje a buscar el coche y me fui camino de la playa, es invierno y la puesta de sol es a las seis,eran las cinco y veinte de la tarde,y con aquel flanco de nubes camino de tierra,no me quedaban muchas opciones, es mas creí volver con la tarjeta de memoria vacía.

Tome la ultima curva,¡ increíble visión fotográfica!,nubes negras, sobre una puesta de sol que mostraba una postal mágica con sus rayos sobresaliendo por encima de ellas,como mostrando un poder único,sobre los demás elementos,aparque el coche lo mas rápido que pude, sin trípode ni nada mas, no había tiempo para preámbulos,mi cámara  comenzó a construir magia,dejando tras cada clic,una sensación mágica a través de cada una de las imágenes inmortalizadas,durante trescientas sesenta fotos,capto la magia del atardecer,sin escaparse nada, el mar, su fuerza, las nubes y el sol, un conjunto perfecto,y es que en los días así, la magia fotográfica también existe...