jueves, 8 de marzo de 2012

Recuerdos con sabor a mar... Y una promesa!


Hay días y días... Sobre todo viviendo cerca del mar...!
... Días en los que podemos tomar fotografías de diferentes matices y todo parece salirnos a pedir de boca, las tomas se suceden unas a otras, como si todo se pusiese frente a la cámara deseoso de ser inmortalizado, un paisaje, una flor, aquel abejorro esquivo, ese pájaro que otea el horizonte si percatarse de mi presencia... todo genial...!
Otros días sales y todo va de contra, no hay forma de que nada se acomode, que el zoom difumina demasiado, que hay demasiado cable, que se nos hacen las tantas y no encontramos lo que buscamos, no hay animales se los llevo Noe en el diluvio y todavía no les suelta, No estamos en primavera?... donde están las flores?..

Pero hay días en los que toca mirar fotografías, por x causa y así nos encontramos mi marido y yo mirando una selección de mis mejores fotos, tratando de encontrar una imagen olvidada que podamos utilizar para un concurso en breve.
Encontramos muchas fotografías del mar, algunas de lugares por donde solo hemos pasado, otras son del sitio donde vivimos, y aunque parezca mentira ambos estamos fascinados por el mar. Y es que siempre nuestra idea fue la de poder vivir en un sitio con mar y que ademas nos permitiese a nosotros y a nuestros hijos poder disfrutar de el durante todo el año. Por ahora ese sueño lo cumplimos a medias pero aun nos falta por recorrer un largo camino, y seguramente mucho de ese camino sea en "Nuestro Lugar"...Huuummmm!!! Que recuerdos mas bonitos!!! Los que vivimos juntos en aquella playa de arena negra casi como una Luna de miel y por supuesto bajo la atenta mirada de nuestra luna...!!!

Para Gabriel el deseo es mayor porque el viene de un lugar donde todo es Montañas y llanuras, pero aun en esa inmensidad terrestre amparada al pie de la cordillera de Los Andes, tuvo en su infancia la oportunidad de llegar a conocer el mar... y desde entonces nunca dejo de desear el vivir cerca de el,  pero no solo vivir cerca sino también disfrutarlo al máximo todo los días del año...!!!
Si bien sus padres nunca tuvieron la posibilidad de organizar unas vacaciones en familia como estamos acostumbrados, eso de desconectar y salir de vacaciones no le fue posible hasta que una vez su abuelo materno le pidió permiso a su madre para llevárselo de viaje de vacaciones a Mar del Plata.
A la madre no le quedaba opción de aceptar, habían cometido la imprudencia de decirle al niño que el año próximo le tocaría a el, para calmarle el llanto al ver que su hermana era quien se iba con los abuelos y ahora estaba allí para reclamar lo prometido. Así que no hubo mayores problemas salvo las sonadas recomendaciones de siempre de portarse bien y otras clausulas del caso.

La emoción crece al levantarse en la madrugada del día de la partida, dos automóviles, el de su abuelo Manuel y el de su tio Martín que va con su familia harán la travesía de 1400 km. que les separa del lugar elegido, que puede ser la misma Mar del Plata, u otro destino alternativo que les acomode mejor en el momento de llegar. El viajar en automóvil les da la facilidad de poder elegir donde quedarse, aunque el itinerario principal no se extenderá mas allá de los días programados. hay que volver a trabajar!
para Gabriel el viaje fue todo lo que deseaba y mas, ya que existía la posibilidad remota pero cierta de poder conducir el vehículo, pero también hubo emociones fuertes como la que se produjo al tratar su tía Aida de sobrepasar un grupo de camiones, algo que les puso los pelos de punta a todos, sobre todo cuando los calculos del conductor y del copiloto no coincidieron y hubo que aplicar una maniobra de frenado de emergencia ante la presencia de un autobús que circulaba en sentido contrario y aproximándose raudamente...!!
Nervios, gritos y demás palabras que se pudieron oír salir del labios de su abuelo....tambien pudo oir a la abuela tratar de calmar los animos. Luego un largo tramo de silencio y después todo de nuevo a la normalidad... estaban de vacaciones!!!
Otras cosas pasaron en ese viaje, ademas de los fascinantes paisajes que veia por primera vez, Gabriel admiraba la seguridad con la que su tío conducía en todo momento, siempre a mucha velocidad, tanta que a veces se adelantaba demasiado y se quejaba de que tenia que esperarles. En una de esas esperas al llegar hasta donde estaba parado descubrieron que se había quedado sin combustible, al saltarse una estación de servicio, confiados en un calculo erróneo obviando una parada con el ansia de llegar antes. Otra aventura la de encontrar combustible, por mencionar algo mas la avería de la bomba de agua del auto del abuelo que consiguió llegar a un taller de reparaciones, en medio de la inmensa oscuridad de la noche.
Muchas cosas mas pasaron y el recuerdo a veces falla pero al final después de mucho andar, gabriel comenzó a sentir una brisa que le era desconocida y a media mañana de un día soleado alcanzo a divisar una linea azul oscura que se confundía en el horizonte con el azul del cielo:  Al fin El Mar....!

Los días se pasaron muy rápido y estuvieron llenos de playa, sol y algunos días de cielo cubierto pero de todos los recuerdos que el guardo en su mente fue el de pararse un minuto o dos no fueron mas, cerca de una elevación desde donde podía verse la inmensidad azul de una parte del océano...
Emocionado e impresionado se prometió volver a ver el mar algún día cuando fuese mayor... Desde entonces hasta que pudo volver a sentir el sonido del mar batiéndose contra la arena de la playa, paso un buen tiempo y tuvo que recorrer una distancia e inimaginada por su mente. Playas españolas de Barcelona, Mallorca y por fin el lugar ideal Fuerteventura, ya juntos ...!!! Y ahora Galicia temporalmente claro...!!!
Pero ese tiempo transcurrido tan importante, le trajo una nueva vida y un gran amor, que  luego transformo en familia, una gran familia.

 Sin embargo aun falta el poder disfrutarlo todos los días. Una meta por alcanzar... ahora juntos!!!
Y quizás un día de verano sentado sobre la arena de la playa; mientras sus niños juegan alrededor y yo tomo un poco el sol recostada sobre una toalla; sienta que aquel "Gracias abuelo" no fue lo suficientemente grande en aquel momento, y entonces se que su pensamiento viajara de nuevo  a ese momento para poder abrazar a ese hombre que tanto le dio sin saber cuan valioso había sido aquel viaje para el, aquella maravillosa experiencia transformada en un deseo en el tiempo.

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