sábado, 18 de enero de 2014

Arco iris,Miradas y Atardecer...

De entre la lluvia, salio un pequeño conejito, que se había agazapado de la tormenta,bueno el y yo. Había tenido que salir corriendo, cámara y mochila en mano,aunque previsiblemente la vi venir, digamos que hasta su llegada a donde me encontraba,no fui a refugiarme a una pequeña caseta, de las que se utilizan por esos campos de trigo, y que utilizan los segadores, en tiempos de cosecha.Tenia la ropa mojada,y me había dado un poco de frío, tenia el coche bastante lejos, y no tenia nada para cubrirme,así que no quedaba otro remedio, que volver sobre mis pasos, y coger el jersey que tenia en el coche. El sol volvía a asomar tímidamente por entre las nubes, al salir de la caseta,ya no estaba el pequeño conejito que poco antes, había visto.Cogí el camino de vuelta,había bastantes charcos, la tromba de agua había sido bastante fuerte,volví la vista atrás,y allí estaba, el arco iris,sobre un cielo oscuro,bien oscuro,mi compañera de camino volvió al trabajo, sin protestar,click una y otra vez, sin descanso. Inmortalizar la grandeza del paisaje de aquel momento era casi una obligación, además de disfrutarlo a través de mis ojos.

Llegue al coche, cogí el jersey,aunque después del camino de vuelta, ya no tenia demasiado frío, y el sol en aquel momento ya estaba calentando un poco mas, no era un sol poderoso, era simplemente un sol de Enero.
Mire una vez aquella inmensidad,las nubes negras, ya quedaban muy lejos,y aquel color negro, se había convertido en un color grisáceo claro.Me subí en el coche, me quede allí parada durante un rato, mirando a través de mi cámara las fotografías que había sacado,las que me decían que momentos acababa de vivir, y los que no me gustaría recordar.
Pensé donde podía ir, me apetecía ver el mar, pero quedaba demasiado lejos, y al atardecer no le quedaba demasiado,pronto la oscuridad,y las sombras lo cubrirían todo,lo intento,pensé. Así que cogí la carretera que me llevaba directamente a la costa, dejando atrás aquellos maravillosos campos, que me habían enseñado la grandeza de la fotografía de paisaje.
El cielo comenzaba a cambiar de color,quedaban pocas nubes ya después de la tormenta,y las pocas que quedaban en el horizonte, empezaban a tener un color rojizo, el sol bajaba a pasos agigantados, y yo aceleraba cada vez un poco mas,tenia la certeza de que aquel atardecer era especial.
Cuando el sol casi estaba por llegar a la montaña de la costa, donde parecía que la tierra llegaba a su fin, yo estaba aparcando mi coche.

Trípode, auto disparador, cámara,todo preparado para el espectáculo,y lo fue,vaya si lo fue. El cielo, el sol,el mar y la tierra en plena conjunción para despedirse de aquel día que ya estaba por terminar.
Rojos, naranjas, el dorado del mar y las sombras negras de aquellas montañas del fin de la tierra, todo,era un mágico momento, que quedo inmortalizado para siempre en la  tarjeta de memoria de mi gran compañera, mi cámara de fotos.

La brisa del mar me dejo respirar y se llevo todo lo que en algún momento había sido malo para mi, y cogí aire,me senté sobre la arena y pensé...


2 comentarios:

Unknown dijo...

Un momento para pensar...
Un respiro y luego volver a empezar.
Excelente!

Anónimo dijo...


Hola, buen día Maite,...que buen relato,....Que buena descripción del entorno, breve y precisa. Tu relato tiene el embrujo de cosa hecha para ser disfrutada,...como cuando entras en tu morada y te sientes a gusto, con las fragancias, con los colores y con todo aquello que te rodea y da satisfacción y alegría a tu vida.Muy bueno el relato y las fotos,...También leí un escrito anterior, del 2011, el de la señora mayor de la colcha de lana- Precioso, una verdadera joya. Me ha gustado, volveré con mas tiempo a degustar el resto del blog...Te aclaro que no hay ni el menor atisbo de obsecuencia en mis apreciaciones,..todo es directo y de verdad. También me gusta escribir, me da un placer único y tal vez algo de orgullo. Desde la hermana Argentina, te mando un fuerte abrazo , para ti y para repartir entre tu familia, a la que veo quieres muchísimo.Hasta la vista. Juan angel Petta