martes, 1 de noviembre de 2011

Tras el Telón,Una Vida...


Llevaba de gira, tres meses, una gira agotadora, en la que el éxito de su obra había sido aplastante,volvía a la ciudad, con ganas de renovarse, cambiar de estilo de vida, mucho mas descansado y con las actitudes de cambio preparadas.
Después de tanto tiempo fuera de la ciudad, siempre recorría las mismas calles, como el decía, había algo nuevo por descubrir, le gustaba el olor de los jardines del parque grande, y por supuesto el mar, sus playas y senderos.

Volvía con la sensación de haber estado fuera años, y era porque siempre que volvía sus gentes lo recibían con una gran alegría, sin duda era un protagonista principal que llevaba el nombre de la ciudad por el mundo, y eso había que agradecerlo.Vino a mi estudio, la verdad es que somos buenos amigos, y me lleve una tremenda alegría al verlo, pero en aquella ocasión venia con una actitud diferente, venia a hacerme una propuesta, lo cierto es que me sorprendió, así que nos sentamos tranquilamente frente a un café y comencé a escucharle. A medida que iba hablando, me dio la sensación de una despedida, y algo de eso parecía, como si todo aquel éxito se le hubiese hecho muy grande y le diese miedo enfrentarse a el.Se mostró encantado de haber tenido ese éxito, que después de haber luchado durante años, había llegado por fin.

Pero algo en su interior estaba cambiando,sus ilusiones del principio se habían convertido en preocupación,¿Que es lo que te pasa?, le pregunte,entonces mirándome a los ojos, me dijo:"tengo miedo, de no estar a la altura de esta ciudad", tengo miedo de no saber contribuir y darles lo que buscan,y sobre todo, me da miedo desconocer el tiempo real que me queda para compartir tanta amabilidad, tanta alegría compartida...
¡Habla claro, por dios,!,¿Que pasa?.le pregunte directamente, algo me decía que todo aquello tenia un sentido.

Mi tiempo es corto, sin duda, en el pasar de los años me di cuenta que todo termina cuando uno no lo busca, cuando uno tiene ganas de reír, tiene ganas de compartir, y tiene ganas de amar,pero el tiempo te roba todo eso, sin remedio, sin mirar atrás, sin esperas.Mario,tenia una tremenda enfermedad, por eso había vuelto a su ciudad,porque quería convivir con sus gentes, seguir oliendo su mar, y recorrer sus playas.
Bien seguro estaba, que su reloj no se detenía, pero había algo que debía hacer antes de que llegase el momento, y era decirle a su amor de siempre que su valentía ante la vida, no supo aprovecharla para algo que había merecido la pena, y que era gritarle al mundo que la amaba.Durante años, la veía pasar,a través de la ventana de su casa, y nunca le dijo te amo mujer, y siempre a través de la ventana, le escribió poemas, le regalo flores, y le envió regalos, pero nunca se atrevió a decirle ni una sola palabra.Y ahora...me quede sin tiempo,¡Es ridículo!,pero supongo que la vida siempre se encarga de darte el momento para hacer las cosas, y así debía ser.Me pidió que el día que hablase con ella, les hiciera fotos, quería recordar aquel momento, en contra del reloj, que seguía su camino, siempre adelante.

Así lo hice, aquel día, en el parque, durante un rato, observe de lejos aquella situación, hasta que me di cuenta que aquellas dos personas,siempre se habían amado, y jugaron con el tiempo sin remedio, pasearon de la mano bajo los arboles desnudos del otoño, se sentaron al sol en la hierba, recostando en su hombro su cabeza y disfrutaron, desde aquel día, hasta que aquel maldito reloj dejo de ofrecer su tic tac,para detenerse sin remedio...

Haz en tu vida, todo lo que te propongas, recuerda que el reloj nunca se detiene...
Gracias por estar aquí.Un saludo!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bellisimo relato, quizá debemos recordar que siempre nos queda un dia mas, aunque la mayoría de las veces no sepamos ni siquiera que esta allí.
Felicitaciones es realmente bello!!