miércoles, 25 de enero de 2012

Una Dulce Mirada...


Aquel era un maravilloso día de Enero, y aunque en invierno todavía, parecía que la primavera quería comenzar su ciclo,un cielo azul intenso, el verde del agua del mar dejaba entrever su fondo,y por supuesto, la calma de sus aguas, hacían un día perfecto para fotografiar.Salí de casa temprano, con mi fiel amiga siempre al cuello,tenia claro, que a lo largo de mi vida, aquella cámara seria mi compañera fiel y silenciosa,que compartía conmigo todos los momentos mágicos para plasmar con su objetivo,todo lo necesario para hacérmelos recordar.Sin duda,el día de hoy iba ser igual de especial que siempre, porque la visita a Violeta, siempre era así desde el momento que la conocí.

Cuando llegue a la casita, Violeta estaba sentada en el destartalado porche, una autentica estampa africana de las películas,ya que su sombrero y sus ropas estaban totalmente acordes a la imagen que  forme en mi mente, y que como no podía ser de otra manera fotografié.
Me dio los buenos días, con su sonrisa, que dejaban entrever sus dientes amarillos y gastados por la vida.Tenia la cafetera preparada,y unas tazas, que hasta ahora no había visto y que me parecieron preciosas,las compre en Senegal en una excursión a la que fui con Mario.me explicaba.
Tomamos café, en silencio mirando hacia el mar, solo los clicks de mi cámara se escuchaban en las cercanías, bueno los clicks, y el sonido del mar,que tímidamente se escuchaba al llegar a la orilla.

Hoy no tenia el libro entre sus manos, lo que me hacia intuir que aquella historia de amor, que guardaba su alma, todavía no iba a ser el momento de conocerla del todo, y desde luego no me equivoque,como si me hubiese leído el pensamiento,Violeta me dijo que hoy no era día de tristezas y recuerdos, sino que me contaría solo lo que había sido el día de ayer,que entre otras cosas y viniendo de ella, estaba segura que algo interesante tendría para contarme.Y así fue, en el atardecer de ayer, había conocido a un hombre que me contó que se parecía a Mario, solo cambiaba el color de la piel, pero sus facciones eran muy parecidas,había estado hablando con el durante el atardecer, mientras estaba paseando por la arena de la playa.

Estuvieron hasta bien entrada la noche hablando de los caminos distintos de sus vidas, y sin duda,los dos según decía Violeta,habían tenido distintas suertes,Carlos,que así se llamaba su nuevo amigo, le contó que trabajaba en una gran multinacional y que no tenia problemas de dinero, pero le faltaba algo con lo que la vida no le había premiado, el Amor, así que los dos dispusieron verse al día siguiente, aquel era el motivo por el que Violeta no recordaba hoy, su amigo Carlos, vendría a visitarla y debía estar presentable y en perfectas condiciones.La mirada de aquella mujer se volvió brillante, tierna y llena de vida,sin lugar a dudas, aquel desconocido o mejor dicho, nuevo amigo?...,llego en el mejor momento.

Las fotografías que en el ordenador tenia, las podía disfrutar en cualquier momento, y el retrato de aquella mujer de ojos dulces también...
Gracias por tu visita, me encanta que estés aquí, déjame  tu comentario.Gracias

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena historia. Excelente.

Anónimo dijo...

Muy buena historia. Excelente.

Jesús dijo...

Da gusto descubrir espacios como el tuyo. Te felicito por la realización de un lugar tan entrañable. Mis felicitaciones por tu gran trabajo y muchos éxitos.

Tesi Scrap dijo...

Muchisimas gracias por vuestros comentarios, sin duda para mi son muy importantes.Un besito