miércoles, 26 de octubre de 2011

Corazón,amistad y sentimientos...



Aquel día era un día especial,iba a ver a una de mis amigas.Julia, era una mujer, que había trabajado en el mar durante toda su vida,Miles de mareas había conocido,cuando empezó en esto, su trabajo era distinto, mas esfuerzo, menos utensilios de trabajo y distinta forma de recoger el marisco.En la ría, la conocían y la querían todas sus compañeras, ya que era una persona amable, que siempre ayudo en lo que pudo, y dio todo de ella.Lo mas duro de su trabajo, contaba, que era salir al mar, a las tres o cuatro de la mañana,y meterse al agua helada, que a veces llegaba hasta las rodillas.El esfuerzo, era por su hija, su marido marinero, se había quedado hacia años, en el mar, y su cuerpo nunca llego de vuelta, así que como contaba, ella odiaba al mar pero también lo amaba.

Siempre pidió, que ella sola pudiera vivir para su hija, y para recordar a la persona a la que amo siempre, y a la que todavía seguía amando,nunca mas se enamoro, y solo por su hija, no se dejo morir.Fue un duro golpe, y provoco su miedo a ese gigante poderoso que es el Océano, y del cual ella comía, y pagaba sus facturas.Estuvo mas de un año, sin volver a mirar al mar, trabajo en otros lugares menos bonificados, hasta que comprendió, que El estaba allí para protegerla y que le pedía volver a su mundo, un mundo,El Mar, que siempre le esperaba y le tenia también preparadas grandes sorpresas.


Gracias a el,y a su esfuerzo,conoció a las mujeres que hasta hoy, "su día"habían sido su gran familia, su apoyo y su ayuda en los momentos mas difíciles de su vida.Pues bien, hoy era el día de su reconocimiento, el día en el que había que gritar bien alto, lo gran mujer que era, la gran amiga y compañera que siempre había demostrado,y eso íbamos a celebrar, así que cogí mi cámara, y salí hacia el restaurante donde era la celebración.Cuando llegue las lágrimas ya habían hecho acto de presencia con las primeras invitadas, pero ella sonreía, a pesar de que sus huesos ya no respondían, de los dolores de su cuerpo, castigado por las aguas del mar, sentada en aquella silla, que la llevaba de aquí  para allá, se sentía feliz, por saber que aunque ella se enfrento sola a la vida, siempre hubo una gran mano amiga para ayudarla.Fue una noche preciosa, cargada de fotografías tiernas, amistosas y con muchos sentimientos...

Gracias por compartir uno de tus momentos en este lugar que esta hecho para ti.Un saludo!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cada persona tiene su lugar en el mundo. a veces encontramos otras cosas pero no siempre nos compensa tanto como la tarea que nos toca en esta vida... Muy bonito el p.ost. Felicitaciones amor!