miércoles, 24 de agosto de 2011

Mágicas estrellas...



Contemplar las estrellas en las noches de verano, es para muchos una visita obligada, en una playa, en un patio de la casa, en el campo,cualquier lugar es bueno si las luces artificiales no son excesivas, o incluso,nulas.
Trate de salir cuando la oscuridad hacia ya acto de presencia en el cielo,había estado todo el día en casa,trabajando en un proyecto para una exposición de fotografías que tenia en quince dias en un museo de la ciudad.Me quedaba bastante por hacer, y necesitaba recuperar el tiempo perdido, pero aun asi, necesitaba relajarme.Estaba cansada de estar encerrada, así que cogí el coche, y me dirigí a las afueras de la ciudad, para poder admirar la lluvia de estrellas de aquella noche, en el cielo, no se veían nubes, así que a medida, que me iba alejando de la ciudad, se veían cada vez mas cantidad de ellas.Tras salir de la carretera general, me metí en un camino forestal, que la verdad es, que con el reflejo de la luna, daba la sensación de ser mas mágico, y enigmático.Un poco mas adelante, había una gran extensión de tierra, llana y despejada,había mas coches, la gente se agolpaba allí, cada verano para poder contemplar el espectáculo, así que no me pillo de sorpresa.Apague las luces del coche después de aparcar en cualquier sitio, allí no habría problemas.



Me baje del coche, y me apoye en la puerta mirando hacia el cielo,aquel era un espectáculo único.Miles de estrellas mostrando su luz,y vibrando en el cielo, la luna acompañaba aquella noche, estaba grande, redonda y bien llena, se oían murmullos de la gente que se encontraba allí, eran ya las dos de la madrugada, y comenzó el espectáculo, una preciosidad de luces caían del cielo, continuamente, había que mirar a distintos lugares, y a veces caían tan seguido, que no era capaz de ver todas las que caían.Era un gran espectáculo, único, y que solo se repite una vez al año,trate de tomar las imágenes, mas espectaculares que pude, mi fiel amiga, trabaja perfectamente en la oscuridad gracias a sus filtros.Así que la verdad desconociendo lo que ella recogía, los clicks se oían en medio de la noche, me acerque a un grupo de personas que estaban delante de mi, y les pedí permiso para ver desde alguno de los telescopios que tenían, un poco de aquella maravillosa lluvia de luces mágicas.No tuvieron problema en compartir conmigo un lugar para poder admirarlas, nos turnábamos mientras íbamos comentando las vistas.Estuvimos allí hasta el amanecer,tumbada en suelo, admiraba atónita todo lo que aconteció esa noche.Mientras seguían cayendo estrellas, al otro lado del cielo, el azul ya se divisaba, era aun un azul oscuro, pero a través de las montañas sus sombras se veían.Cada vez ,el azul se tornaba con mas claridad , y tocaba ya marcharse, la noche había sido mágica,decidí quedarme hasta que el sol asomara por las montañas,a veces solemos fotografiar el atardecer, siendo el amanecer, igual de especial, a veces mas bonito, o por lo menos, aquel lo era.La gente comenzó a marcharse,el espectáculo había terminado, me despedí de los que aquella noche me habían hecho compañía, y agradecí su telescopio,y solo quedo un hombre al que parecía también interesarle  el amanecer.Saco una cámara de su coche y comenzó a fotografiar el horizonte, sentí curiosidad por su cámara, me acerque a el y después de saludarle, le pregunte por la marca de su cámara, el se intereso también por la mía, y comenzamos a entablar una conversación, sobre cual cámara de fotos era mas buena o menos buena, entendía de fotografía,me comento que era muy aficionado a ella, y que tenia un estudio en su casa, además había expuesto alguna vez en el metro, y en algún que otro local nocturno.


Le conté que yo me dedicaba a lo mismo, y así se nos paso el tiempo, hasta que el sol salio y el color rojo era tan intenso que no pude dejar de fotografiar, a Gabriel, que así se llama este chico, también le pareció buena idea tomar fotos del momento.Después de eso, le dije que en dos semanas exponía en el museo, y que estaba invitado.Llego el día, mis nervios estaban a tope, no sabia que tal saldría, pero las sensaciones eran buenas,entraba y salia del lugar, mientras la gente admiraba mi obra,

fue un éxito, la verdad ,que la aceptación  fue muy buena, durante los dos días que duro la exposición, vendí muchas fotografías, un dinero que me venia genial para poder continuar con mi trabajo, estaba muy contenta con el resultado.El ultimo día, y faltando una hora para cerrar el museo, entro Gabriel, con las luces de las salas, me pareció un hombre muy interesante, bien vestido, serio, y muy guapo la verdad, me sonrió, mientras observaba las imágenes, se paro en varias de ellas, y al terminar se acerco a mi, y me dio un beso en la mejilla, felicitándome por mi trabajo,su perfume era cautivador, me gusto mucho,me compro dos de mis fotografías, y me invito a cenar,la verdad es que con aquel perfume, no me podía negar, así que salimos de allí, y nos fuimos a cenar a un restaurante cercano, muy tranquilo y donde acudían gentes de la cultura y del arte a diario.Me acompaño a casa, ese día, y a partir de ahí todos los días,tenemos dos hijas en común, y un mismo sentimiento por compartir vida, amistad, amor, y sobre todo,realizar lo que mas nos gusta, la fotografía.


Comparte siempre, momentos de tu vida con las personas que te importan, y no dudes nunca, que los sentimientos pueden crearse en una noche de lluvia de estrellas.
Gracias por tu comentario.Un saludo!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

La magia esta dentro de ti , pues eres tu quien sabe en que momento hacer click, y guardar una fracción de la vida que perdurara en el tiempo,
Te amo!! Muy buen relato como siempre!!