Senderos, una invitación a soñar...

Sea cual sea la estación del año, en la que decidamos disfrutar al aire libre, pasear, una comida en el campo, nos invita a soñar.Los senderos, sean donde sean, proporcionan a nuestra vida, tranquilidad, paz y sosiego.
Miles de senderos, en cualquier parte del mundo, nos hacen descubrir rincones, donde el olor del ambiente, se respira sano, y libre.
Las fotografías de estos senderos, siempre nos hacen recordar momentos de total libertad, y calma para nuestra mente.Sea cual sea la estación del año, en la que decidamos disfrutar al aire libre, pasear, una comida en el campo, nos invita a soñar.Los senderos, sean donde sean, proporcionan a nuestra vida, tranquilidad, paz y sosiego.
Llenos de flores en primavera,en verde por ser verano, en amarillo y naranja, porque es otoño, y en grises, y sin ramas,pero también verdes, en invierno.Miles de momentos de una magia, que a veces, no se puede describir.
Aquella tarde, me habían invitado a recorrer uno de esos senderos, iba con una persona muy especial para mi, mi marido, juntos habíamos recorrido ese sendero, un par de veces, pero siempre era algo mágico.Siempre recodábamos cosas pasadas en aquel lugar.

Comenzamos nuestra ruta, cerca de una arboleda, el frescor de la tarde, refrescaba el ambiente, nos cogimos de la mano, y comenzamos a adentrarnos en el camino. Los marrones,rojos y amarillos eran cada vez mas intensos, pero las vistas eran preciosas, así que no deje de sacar fotografías, sin parar,me encantan los paisajes, y disfrutaba muchísimo con lo que estaba viendo.
Un poco mas adelante, el camino, cambiaba totalmente su paisaje.Un claro, muy grande dejaba pasar el sol de la tarde de otoño, seguíamos soñando, y hablando de nuestro futuro, de las cosas que queríamos para nosotros y para los nuestros.Se oía el correr del agua, estábamos ya, cerca del río.¡ Una preciosidad de lugar!, cascadas, un remanso al final, de aquellas caídas de agua, que daba lugar al baño, pero en esta época,solo los valientes se atrevían, el agua estaba muy fría, así que nos limitamos a sentarnos un poco, admirando todo lo que por allí había, además de escuchar los sonidos del agua y de los pájaros.Juntos, nos acercamos al agua, fotografié ese momento en el que el se acerco a la orilla del río, y con su mano, toco el agua, mirándome, y sonriendo dulcemente.Comento que estaba muy fría, que era una locura, ni siquiera mojarse los pies.Mientras tanto, camine un poco mas allá, para seguir haciendo fotos de aquel lugar.El agua se descolgaba por las piedras, desgastándolas algunas, con el pasar de los años, y haciendo entrever sus formas mas insólitas.El se quedo allí sentado, me encanta verlo sentado admirando y compartiendo conmigo, mi afición, y mi gusto por la naturaleza.Le hice mas fotos, algunas sin que el se diese cuenta, eran las que mejor salían ,la verdad,.

Llevábamos una mochila con unos bocadillos, que habíamos preparado en casa, y una botella de zumo, así que nos sentamos en aquel lugar, y merendamos, tranquilamente.
Me recoste sobre su pecho, y mi paz interior era inexplicable, el lugar, el agua, la brisa, y sobre todo, El.
Cuando llegamos al coche y después de haber hecho un buen recorrido por aquel precioso sendero,el atardecer aparecía ante nosotros.Un precioso atardecer de Otoño, invitándonos a admirar, y que se fijase para siempre en nuestras retinas,como una manera de seguir recordando aquel sitio, para quizás hacernos volver.

Oscureció, cuando llegamos a casa,revele mis fotos, preciosas, y capaces de hacernos soñar, juntos y para siempre...
Busca un lugar en el que tus sueños, se hagan visibles, compártelos con la persona, mas especial que tengas a tu lado. Saca unas fotos para recordar.
Gracias por tu aportación y visita a este blog. Un saludo!!