miércoles, 28 de septiembre de 2011

Sopla el viento, en el Ocaso...

Después de un recorrido por Andalucia, mi trayecto de hoy, iba dirigido hacia el interior español.Cruce Despeñaperros,
 una cordillera, impresionante, y que sirve de "barrera", entre la meseta y Andalucía.Tome fotos de todo aquello que me iba encontrando en el camino.Me desvié varias veces, para fotografiar pueblos alejados de la autovia, y que merecían la pena, hacer un alto en el camino, para admirarlos.

Pueblos pequeñitos de la serranía, que en ocasiones, pasan desapercibidos hacia nuestros ojos, y que merece la pena apreciar.
Pueblos en los que las calles a ciertas horas, se mantenían vacías,bien por el calor, o bien por que en aquellos pueblos, servían de dormitorio nada mas..., derivando su vida a los fines de semana, y a las ultimas de la tarde.
Pasaban de las cinco de la tarde, y los campos de Castilla, se mostraban preciosos, el trigo, dorado,se abría paso a través de las miradas de quienes pasábamos por allí en aquel momento.Pare el coche, en un área de descanso de la autovía, estaba en la provincia de Ciudad Real.Magníficos campos, llenos de vida, el sacrificio de los agricultores, y que mantienen vivo, la agricultura del país.Visiones mágicas a través de las fotografías que llevaba captadas hasta ahora, sin duda, un gran trabajo fotográfico, gracias a las continuas imágenes que la tierra me ofrecía, en cada uno de los distintos lugares visitados.
Soplaba el viento, movía con una suave brisa, el trigo, que iba y venia, dejando el olor, y el sabor del campo.Cerré mis ojos  e imagine, el pan, ese pan de pueblo, que tan rico sabor tiene, y que en aquellos pueblos se hacia cada día, para degustacion de todos.
Proseguí camino, a través de la extensa carretera de la Mancha, y recordé al Quijote, y sus andanzas, a través del tiempo, mantuve por un momento la visión de su caballo y su escudero, compartiendo momentos en aquellos lugares...

Me volví a detener, unos kilómetros mas allá, el ocaso llegaba, precioso como siempre, para dar la paz que el hombre necesita para su descanso, el viento seguía soplando, y una vez mas dedique mi tiempo a llevarme en la memoria las fotografías de aquellos bellos lugares...

Campos de trigo, mesetas, valles, caminos, sopla el viento en el ocaso, y la vida se transforma, en la calma de la noche, en la que renovar el descanso, y fortalecer el alma, para emprender camino...
Tus comentarios, tus criticas, son muy importantes para mi, déjame el tuyo.Un saludo!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un recorrido precioso que deja imágenes que quizás solo puedan captarse una vez.
Excelente post.