domingo, 4 de septiembre de 2011

Una amistad Inesperada...


La tarde del domingo, habitualmente se utiliza para pasear si el tiempo lo permite, descansar en casa si es invierno y hace frío, o para preparar, las cosas del día o la semana siguiente para poder trabajar.Era mi tarde de domingo, y en previsión el tiempo, no iba a ser demasiado caluroso, las nubes y los claros, predominaban en el cielo, dejando entrever de vez en cuando al sol,la semana se presentaba un poco complicada, tenia dos exposiciones, y la verdad, estaba nerviosa, pero no mas que de costumbre, los preparativos ya los había finalizado el viernes, así que no me quedaba mas que llegar con mis obras y exponerlas.Salí a la calle, con mi cámara, sin saber que aquella tarde me iba algo inesperado.Baje de casa, tranquila y con ganas de tomar fotografías de las gentes de la ciudad,como ya he dicho, era domingo y no había demasiado movimiento en la ciudad, así que recorrí las calles cercanas a mi casa, haber que había de interesante, pero no encontré nada, así que me volví, no sabia muy bien adonde dirigirme, comencé a aburrirme, así que como siempre, me fui a recoger el coche, y me fui de visita a un pueblo cerca de allí, por donde pasa el río,precioso en otoño, ya que los naranjas se descubren en el agua,cristalina, como si de un espejo se tratara.
Aparque el coche, en uno de los lugares habilitados para ellos.nada mas salir del coche, oí unos gritos, se oían lejos en dirección al río,corrí hacia ellos, pedían ayuda, ¡¡alguien se había quedado atrapado en el agua, con una rama de uno de los arboles y necesitaba ayuda!.Cuando llegue exactamente al lugar, una mujer gritaba desesperadamente, no podía salir de donde estaba y se ahogaba, sin pensarlo, pegue un salto y caí al agua, había bastante corriente, pero enseguida pude ponerme a su altura, y desenganchar su pie de donde estaba atrapado,la cogí, y nadamos juntas hasta la orilla,.Nos tuvimos que agarrar a las ramas que sobresalían de los arboles, y caían al río, para poder salir.Una vez fuera, aquella mujer, comenzó a llorar desconsoladamente, abrazándome y dándome las gracias por salvarle la vida.La fui tranquilizando, mientras me explicaba como se había caído, cuando ya pareció que estaba mas calmada, la subí al coche y la acerque al hospital de la ciudad, debía revisarla un medico.Dos horas después, salio por la puerta de urgencias, con un vendaje en su pierna derecha, y otro en el brazo, tenia arañazos de las ramas, y de su intento por salvar su vida.Pero lo importante es que estaba bien,se volvió a abrazar ami, y me pidió, llevarla a su casa, debía cambiarse de ropa,la acompañe por supuesto,cuando llegue a su apartamento, pude observar el buen gusto de aquella mujer para decorar, era bastante espacioso, con muchísima luz y de ventanales amplios, era un ático,tenía en su terraza, infinidad de plantas, que ella me explico después, cuidaba con mucho cariño,me invito a sentarme en  la terraza, iba a cambiarse, tenia la ropa hecha un desastre, vino acompañada de una bandeja,con café, y unos pastelitos.Me volvió a dar las gracias, y se sentó en una silla a mi lado,me cogió la mano, y volvió a agradecerme mi gesto.Estuvimos contándonos cosas de nuestra vida, era arquitecto, trabajaba en un proyecto para el ayuntamiento de la ciudad, y había ido allí, a echar un vistazo, no conocía la ciudad, y era lo ultimo que le faltaba por conocer de los alrededores.
Dos horas después, la había invitado a mis exposiciones de esa semana,y nos despedimos, hasta ese día.
El día de la exposición, tocaba levantarse a las cinco de la mañana, además de los nervios, teníamos que colocar las fotografías y llevaba su tiempo, además no me gusta hacer las cosas deprisa, así que me tomaba mi tiempo ,una vez terminado de colocar para tomarme tranquilamente un café,Eloisa, que así se llamaba la mujer, llego temprano, no eran las ocho todavía, había madrugado para echarme una mano, pero cuando llego yo ya lo tenia todo preparado, así que hasta las diez, hora de abrir las puertas al publico, nos tomamos un café, y charlamos animadamente, ella estaba mucho mas tranquila, y su conversación era mas pausada.
Le tome unas fotos, por supuesto, dentro de la galería, y con las fotos de fondo,agradecí su visita, mi sorpresa, fue después, comenzó a llegar la gente, y a tener un poco mas de movimiento el lugar, se paraban a ver las imágenes, comentaban, pero la verdad ninguna, me preguntaba nada para querer comprarlas, me extraño, pero lo deje pasar,a medida que pasaba el día, iba extrañándome mas sobre el asunto, me parecía imposible, no haber vendido ninguna.Le comente el caso a Eloisa, asintió con la cabeza y me dijo que estuviera tranquila, que todavía quedaba tiempo.Una hora mas, y aquello se cerraba, bueno pensé, esta vez no iba a tener suerte, quizás en la próxima.Una vez cerrado el local, se acerco mi agente, y me entrego un cheque, abrí los ojos, como si se me fuesen a salir, le pregunte que significaba aquello, nadie había comprado nada aquella tarde, me explico, que se habían vendido todas las obras de la sala, una sola persona las había comprado, mire a Eloisa, y lo entendí todo, ella las había comprado, después de aquel acto de amistad,agradecí todo lo que había hecho aquel día, y me dijo que a partir de ahora, me acompañaría en todas las exposiciones que hiciese, y me ayudaría a vender mis imágenes.

Todavía hoy en día, y cuando el trabajo se lo permite me acompaña, nos hemos hecho amigas inseparables,y agradecemos las dos habernos conocido.Una bonita historia de amistad.
Cuida la amistad, es una de las cosas importantes de la vida, y lucha por mantenerla viva, a través del tiempo.
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1 comentario:

Anónimo dijo...

En cada persona se esconde un amigo, si sabemos descubrirlo...!